divendres, 10 de juny del 2016

No a les revàlides. L'opinió d'una alumna de 4t d'ESO.

L'alumnat de quart d'ESO de l'IES l'ESTACIÓ se suma al rebuig general a les revàlides i demana la seua supressió
En un any, els alumnes que finalitzen la secundària obligatòria hauran d'aprovar un examen extern per obtindre un títol i poder seguir estudiant. Parlem de les (anomenades col·loquialment) revàlides que contempla la Llei Orgànica per a la Millora de la Qualitat Educativa, la LOMQUE. Aquestes avaluacions finals no sols són rebutjades per la gran majoria de comunitats autònomes, sinó també per la principal federació de directors d'institut, la Fedadi, que sol·licita la seua eliminació.
El següent article, escrit amb el sarcasme característic de la seua autora, Paula Torró Albero, posa en evidència l'opinió generalitzada de l'alumnat que conclou enguany etapa educativa. 

 Disculpen... ¿Quién está al mando? 
Por Paula Torró Albero, alumna de 4º B

Imatge de les proves PAU 2016
Cuando escuché por primera vez las bases de la nueva reforma educativa (esa que llaman LOMCE), me pareció estar en "El club de la comedia". Me parece que nunca en mi vida me había reído tanto. Seguramente, adivino que no seré la única incapaz de mantener la cara de póker cuando oigo tal sarta de patochadas sin sentido ni razón de ser. Recuerdo que me pregunté: ¿a qué clase de orangután unineuronal se le ha ocurrido esta broma de mal gusto?
A ver, señores, aclarémonos. Si quieren seguir gobernando cuatro años más, es imperativo que entiendan que un solo examen no puede aglutinar los conocimientos adquiridos en cuatro años de aprendizaje. Es como si, por ejemplo, le pidiéramos a Stephen Hawking que nos hiciera un resumen escueto acerca del origen de los agujeros negros. No creo que nadie se atreviese a cometer semejante disparate y si por casualidad tuviera tan poco seso y lo hiciese, Hawking, claramente, cogería su silla y daría media vuelta.
En segundo lugar, tienen las reticencias manifiestas de la Fedadi. Si me remito a los conocimientos recientemente aprendidos en el instituto, me consta que este es un argumento de autoridad. Desde mi punto de vista, no es recomendable desoír argumentos de profesionales reputados en la materia. En fin... ustedes verán.
Finalmente, hay que considerar que el alumno que se enfrente a la reválida no es más que un adolescente. Es decir, no tiene la templanza y capacidad de resolución de un adulto. En mi opinión, someter a alguien tan joven a semejante encrucijada debería estar tipificado en el Código Penal. Considero que los nervios no dejarían razonar lúcidamente al sujeto. Probablemente, el pobre muchacho pensaría más en el hecho de quedarse en el limbo que en si las ecuaciones de grado superior se resuelven por Ruffini.
En conclusión: no a la reválida (por si no estaba suficientemente claro). Pero, por último, me gustaría adjuntar una humilde sugerencia: ¿y si nuestro futuro académico fuera decidido por expertos en la materia (profesores, psicólogos...) en lugar de por un puñado de sexagenarios que acabaron la carrera el siglo pasado?
Ahí lo dejo...
Imatge de les proves PAU 2016

Imatge de les proves PAU 2016

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